Gente común, elementos cualquiera que podrían situarse en cualquier contexto de la cultura occidental. Estos son los protagonistas que articulan el eje central del proyecto fotográfico de Patricio Cassinoni Common People. Bajo este título realiza una serie de retratos a modo de escena que invitan al espectador a adentrarse en dos temas que inquietan al autor.
En palabras del propio Patricio Cassinoni, Common People es el retrato de una persona común, anónima, alguien como la mayoría, retratarlo por el solo hecho de ser, con una estética usurpada a la historia del arte, clásica renacentista y barroca, empujando al personaje a ocupar un lugar que no le pertenece o que le es ajeno.
Por un lado encontramos el aspecto histórico del retrato. Patricio nos lleva a reflexionar sobre para quien y con que motivo se hacían los retratos, con que viso de notoriedad y reflejo de aquel excepcional para la posteridad. Esta selección dejaba fuera a muchos individuos que no han dejado rastro de su apariencia. Este aspecto cambia hasta el extremo contrario en la actualidad con democratización de la imagen y su sobre-exposición y difusión en todos los ámbitos posibles.
Patricio da este halo de relevancia a personajes anónimos. Una luz dramática e incisiva les alumbra y los descubre a nuestros ojos sin mayor presentación, haciéndolos cotidianos y excepcionales a su vez, economizando referencias y contexto.
Con este proyecto, no sólo quiere hacer a las personas comunes protagonistas de la imagen y por lo tanto de la pieza artística, si no que revierte sobre el espectador y lo hace partícipe del mundo artístico creando el significado final de la pieza a su estilo, sin convencionalismos y respondiendo así a la pregunta que plantea como segundo eje del proyecto, ¿para quién se hacen las obras de arte? Cada uno debe encontrar en ellas su propio significado y referente, de ahí la gran variedad de tipos comunes que nos llevan a pensar en el común de los individuos actuales. Pretende así que cualquiera encuentre su lugar en sus obras, en su proyecto, tanto si encuentran su referente como imaginando como sería el suyo.
El elemento que unifica estos retratos es la exposición como protagonista del seno y el pezón, que domina sutilmente la composición de la imagen. Este segundo protagonista de la imagen permite reflexionar sobre las construcciones culturales y las políticas sobre el cuerpo que dan validez moral a la representación del cuerpo y remarcar como estas construcciones no son estáticas, si no que varían a lo largo del tiempo y como afectan la manera en que vivimos y entendemos el mundo.
En el arte clásico, se reproduce el cuerpo al desnudo en contrapunto de lo que pasa hoy en día en redes como Instagram o Facebook, donde la reproducción fotográfica del pezón femenino (solo el femenino) está censurada. Esto se da como consecuencia de una cultura que "sexualiza", al pezón femenino a través de la mirada y terminó generando políticas de desigualdad entre hombres y mujeres. Desigualdades actuales que denotan las herencias mal digeridas de tiempos pasados y nuevos tabús en la era de la comunicación y la libertad de expresión. Desigualdades y contradicciones que explican muy bien el desarrollo de la sociedad actual en algo tan sencillo y complejo a la vez como es un retrato y la desnudez del individuo.