La muerte nos unifica y universaliza. Nos muestra un mundo diferente en los momentos y las realidades que nos tocan vivir durante el proceso de pérdida. Al mismo tiempo nos hace reflexionar sobre la propia existencia y la de los que nos rodean, jugando entre las presencias y las ausencias, entre las emociones y relaciones.
Rocío Verdejo nos expone este proceso de una manera casi cinematográfica con una estética cercana a la imagen Años 50. Muestra recuerdos propios y familiares de esos procesos de pérdida y aceptación ante lo inevitable. En sus fotografías la presencia de la muerte es sutil y cotidiana, acercándose a los protagonistas, normalizando la situación sin restarle dramatismo y trascendencia. De esta manera consigue hacerse cercana al público, que puede reconocerse en esa falta de oxígeno que respiran sus composiciones. Irónicas imágenes de cotidianidad en la que un primer vistazo pide más y exige una pormenorizada revisión de toda la escena, donde todos los detalles suman hacia esa omnipresente circunstancia que supone la falta de vida. Toda una reflexión sobre lo efímero de la vida.
Magdalena
Con sus cenizas
In articulo mortis
Merienda post mortem
Jugando con papá
Piedad invertida
Cojín de huesos
Un hombre libre
Legal
Social Networks
Soluciona tus dudas
LOPD | Condiciones de uso | Condiciones de privacidad