Los niños son muy sensibles a su entorno. Constantemente entienden más y perciben cosas diferentes. Las calles son un ejemplo perfecto de percepciones y de aprendizaje, donde están fuera de su zona de confort pero aún familiar. Cuando se les pide a los niños que dibujen, suelen reproducir imágenes de objetos y personas conocidas para ellos. Es por eso que el trabajo de Raúl Kalesnik es al mismo tiempo conmovedor y alarmante. Este fotógrafo / artista se centra en el punto de la carga excesiva de la violencia en México. Al involucrar a los niños -el futuro de mañana, con la sociedad corrupta de los tiempos modernos- se levanta una alarma. El uso de Raúl Kalesnik de dibujos infantiles que representan la guerra, el crimen, el asesinato y la muerte en fotos de la vida real de variados paisajes urbanos, crea un interesante collage. Esta conciencia social crea una colección excepcional de fotos mientras que la mezcla de las plumas para colorear de los niños y la pintura brillante de la casa mexicana combinan perfectamente. La exposición muestra una cruda realidad y un potencial futuro arenoso que se exhibe en la bulliciosa ciudad de Barcelona.

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